Exposición
Ana F.
Mi madre vino a San Pablo en un viaje de bus que tardó dos días y medio, con seis hijos pequeños. Compró cuatro asientos para siete personas. Una parte se sentaba en el suelo, y los otros sentaban al regazo. Solo salía del bus con nosotros para pasar al baño, pero lo evitaba al máximo, porque tenía mucho miedo de que nos perdiera en el camino o en la estación. Yo tenía cuatro años y el menor seis meses.