Exposición
Patrícia S.
En el comienzo de mi vida escolar, mis padres me llevaban a la escuela y se quedaban conmigo hasta que cerrara los portones. Apenas cerraban y me ponía a llorar y patalear. Hasta mis 8 o 9 años fue así. La directora los llamaba: “Hay que venir a buscarla, porque la niña se está sintiendo mal de tanto llorar”. Yo repetí de año varias veces por eso. Mi terapeuta cree que eso pasó por lo de la adopción, por me sacaren de mi madre o por tener miedo de perder a mis padres también.